Una vez en el pasado, se nos pidió que separáramos algunos trozos de madera muy nudosos y cortos, cada uno cortado de la unión de dos ramas de árboles. Nos ofrecieron utilizar una hermosa motosierra nueva para completar la tarea. La sierra tenía potencia más que suficiente para cortar los nudos y reducir las uniones de los árboles a piezas de un tamaño razonable, para ser usados en una estufa de combustible. Pero había un problema. No teníamos forma de anclar las piezas pequeñas de madera que deseábamos cortar. Si aún hubieran estado unidas al árbol, la motosierra podría haberlas manejado fácilmente. Pero así como estaban, en cuanto la sierra giratoria hacía contacto con un trozo de madera, saltaba fuera de lugar, a veces de forma bastante agresiva. La motosierra no solo era inútil para lidiar con las piezas de madera, sino que la madera en sí era bastante peligrosa, ya que se disparaba en casi cualquier dirección al momento que la sierra comenzaba a cortarla.
Este incidente ilustra el trasfondo del término 'bala perdida', expresando lo que representa un cañón suelto. Los cañones se alineaban tradicionalmente a lo largo de la pared de una fortaleza, o a lo largo de un lado de un barco. Los cañones no eran fáciles de apuntar, pero si funcionaban conjuntamente en una hilera con otros cañones, a lo que un cañón le podría errar, los otros le podrían atinar. También, los cañones eran montados en una especie de riel, de modo que cuando la explosión enviaba una bala de cañón volando por el aire, el retroceso natural del disparo solo enviaría al cañón hacia atrás, a una corta distancia del riel, antes de detener su movimiento.
Para el cañón, tal arreglo debe haber sido muy restringido. Tenían pocas opciones con respecto a dónde iban a disparar, ya que toda la iniciativa descansaba en el capitán del barco... una autoridad superior a la de ellos. También estaban limitados en cómo podían reaccionar ante una explosión desde lo profundo de su interior. Estaban más o menos obligados a controlar sus reacciones naturales. Si un cañón tuviera sentimientos, probablemente sería tentado a pensar que tal control era represivo.
Los 'cañones sueltos' no eran solamente inútiles, eran peligrosos. Claro, podrías ser girado y apuntado donde sea que otros elijan. Pero la explosión que lanzaría una bala de cañón fuera del arma sacudiría el arma en sí misma, de tal forma, que la bola podría ir a cualquier parte, y el cañón en sí podría terminar haciendo más daño que la bola, ya que se disparó en la dirección opuesta, aplastando a cualquiera en el camino.
Los 'cañones sueltos' son peligrosos... tanto para los demás como para ellos mismos.
Hoy usamos el término 'bala perdida' para catalogar a las personas que funcionan tan independientemente como un cañón suelto, que no rinden cuentas a nadie más, por nada de lo que hacen o dicen. Son libres de inventar arbitrariamente (y cambiar) las reglas, con respecto a todo lo que hacen y dicen. Las reglas, por supuesto, siempre se centran en ellos mismos. En su propia mente, todo el mundo está fuera de sintonía con ellos. Solo ellos tienen las fórmulas para determinar quién tiene razón, y quién está equivocado. No es de extrañar que las 'balas perdidas' casi siempre tengan razón ante sus propios ojos, y cualquiera que no esté de acuerdo con sus conclusiones, casi siempre está equivocado.
Es probable que nosotros mismos seamos vistos como una 'bala perdida', por organizaciones más grandes que nosotros. Puede parecer hipócrita de nuestra parte criticar a otros que son independientes cuando nosotros también lo somos. Pero existe una diferencia, y oramos humildemente que esa diferencia no esté basada en un deseo egoísta de nuestra parte para descartar a los demás y justificarnos a nosotros mismos. Creemos que la diferencia debe basarse en una verdadera preparación de someter nuestra propia voluntad a la voluntad de un organismo más grande, en asuntos de opinión, siempre y cuando se cumplan ciertos principios morales fundamentales.
La independencia, la iniciativa personal y la flexibilidad no son buenas ni malas en sí mismas. Pero tampoco lo son la organización, la cooperación y la rendición de cuentas. Lo que hace que una persona sea una 'bala perdida' no es su motivación personal y su adaptabilidad. De hecho, estas cualidades son poderosas fuerzas espirituales, y son necesarias para los miembros individuales de cualquier organización exitosa. Lo que hace que una persona sea una 'bala perdida' es que rechaza aceptar una disciplina y autoridad superiores a su propia opinión personal.
La mayoría de los 'bala perdida' son muy buenos para expresarse con palabras. Pueden justificar casi cualquier cosa de su parte, y pueden condenar casi cualquier cosa acerca de cualquier persona que intente criticarlos. Pero lo que no pueden hacer es escuchar a sus críticos y considerar seriamente la posibilidad de que ellos mismos estén equivocados, y que necesitan cambiar. Los 'bala perdida' se esconden invariablemente de una verdad incómoda, por la cual no quieren rendir cuentas.
Los evangelistas autónomos son conocidos por tener doble moral con respecto a sus vidas sexuales. La libertad se convierte en una oportunidad para pecar, sin rendirle cuentas a nadie. Otros acumulan deudas y luego se esfuman. Algunos mienten acerca de milagros, que supuestamente ellos mismos han hecho. Casi siempre hay una tendencia a exagerar el tamaño y alcance de su influencia, intentando dar la impresión de que realmente son parte de un organismo más grande. Pero tras un examen más detallado, generalmente encuentras que (en el mejor de los casos) su organismo más grande es solo un surtido desconectado de otras balas perdidas, de los cuales cada uno tiene algo que ocultar. Así que todos entran en una conspiración silenciosa para no decir nada sobre los pecados de los otros, a cambio de no tener que, ellos mismos, rendir cuentas.
Cuando piensas en eso, esa conspiración realmente se extiende a la mayor parte del mundo, desde personas totalmente psicóticas, hasta las personas más respetadas de la iglesia. Se han inventado varias enseñanzas sobre la gracia para justificar la falta de rendimiento de cuentas por las acciones de los iglesianos, y por el pecado en sus vidas.
La Biblia dice: "No dejemos de congregarnos [en el sentido de vivir juntos], como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca". (Hebreos 10:25) Vivir en comunidad asusta a las personas porque es muy restrictivo. No les deja libertad para pecar. Y sin embargo, vivir en una comunidad con otros Cristianos, buscando sinceramente la verdad, es esencial para los verdaderos seguidores de Jesucristo.
Hemos descubierto que, por lo general, personas con problemas de salud mental responden mejor a nuestro mensaje de vivir por fe que las personas que generalmente se encuentran en su sano juicio. Estas personas tienen la capacidad de ver la verdad en lo que estamos diciendo, porque han soltado los falsos valores de la sociedad 'normal'. Pero, lamentablemente, rara vez se hacen miembros de nuestra comunidad porque son adictos al concepto de ser sus propios jueces supremos de lo que está bien y lo que está mal, en todo, y no solo para ellos mismos, sino para todos los demás. Este enfoque egocéntrico los aleja cada vez más de los demás, y los acerca más y más a un mundo de su propia imaginación desmesurada.
El mundo religioso está plagado de 'balas perdidas', todos los cuales muestran muchas de las mismas señales clásicas de una enfermedad mental como acabamos de mencionar. Siempre que puedan funcionar en otras áreas de sus vidas, es probable que no se les diagnostique clínicamente que padecen de una enfermedad mental. Pero los síntomas, sus causas y los efectos trágicos están ahí de todos modos.
Son como las piezas sueltas de madera o los 'cañones sueltos'. Debido a que retroceden con miedo cada vez que se les pide que den cuenta de errores o inconsistencias en sus vidas y en su testimonio, rara vez logran algo para Dios. Se dicen a sí mismos que están haciendo grandes y poderosas obras, que solo ellos y Dios pueden apreciar plenamente... pero el delirio refleja el de un enfermo mental.
Estamos de acuerdo con los 'bala perdida' sobre muchos de los pecados de la sociedad secular, la religión organizada e incluso la profesión médica. Hay muchas cosas enfermas en la sociedad convencional. Pero el miedo, el orgullo y el odio no son las respuestas. Existen fundamentos legítimos para la unidad, y hay una gran necesidad de que cada uno de nosotros considere humildemente, la perspectiva de otros cañones a cada lado de nosotros. Si esto no sucede, los cañones continuarán disparándose unos a otros en lugar de trabajar juntos para la causa mayor de Dios y su reino.
Jesús dijo que, donde sea que dos o tres se reúnan en su nombre, él estaría en medio de ellos. No dijo que necesitamos tener cientos o miles. Pero tampoco dijo que este principio funcionaría con una persona estando sola. Necesitamos otros (al menos uno más) contra los cuales podamos poner a prueba nuestras teorías.
Y debe haber un acuerdo entre al menos dos o tres, para que nuestras oraciones tengan algún efecto. Sin embargo, lo que vemos hoy es una desintegración gradual de la comunión (o acuerdo) basada en los principios Cristianos, y cada vez menos rendimiento de cuentas entre los Cristianos.
Los intentos de formar comunidades cristianas generalmente comienzan porque las personas pueden ver algunos de los beneficios positivos de la convivencia cercana y de la cooperación. Pero en cuanto comienza a costarles algo personalmente, abandonan el movimiento. Incluso cuando parece que dos 'balas perdidas' han formado una alianza, si se observa detenidamente, en realidad muestra que está basada en deseos egoístas de ambas partes, y comienza a romperse casi tan pronto como comienza. Dos evangelistas independientes pueden elegir compartir alojamiento; pero tarde o temprano, en lugar de crecer de dos a tres a cuatro a cinco, se separan y comienzan de nuevo con otra persona. Es una imagen acelerada de lo que está sucediendo también con los matrimonios hoy en día en todo el mundo. La obsesión con uno mismo, la libertad y la anarquía, finalmente destruye la relación matrimonial junto con todas las demás relaciones.
No estamos diciendo que la respuesta sea una iglesia falsa fundada en una piedra angular falsa. Pero de una forma u otra, los 'bala perdida' serán finalmente tragados por esa misma iglesia falsa (a la fuerza, si no es por otra cosa), a menos que estén dispuestos a caer sobre la roca de las enseñanzas de Cristo, y ser quebrantados por una autoridad más grande que ellos mismos. Y sí, esa autoridad incluye seres humanos visibles, quienes a su vez son gobernados por otras autoridades más grandes que ellos. Entonces, si eres sincero, ponte en contacto con otros creyentes que tengan una visión cercana a la tuya, o serás tragado por aquellos que también están construyendo un imperio egocéntrico.
La Biblia dice que si no podemos amar a nuestros hermanos y hermanas a quienes hemos visto, ¿cómo podemos decir que amamos a nuestro Padre celestial a quien no hemos visto? (1 Juan 4:20) Jesús oró para que sus seguidores pudieran convertirse en uno (Juan 17:21), y dijo que el mundo reconocería que somos sus seguidores, por el amor que demostramos el uno por el otro. (Juan 13:35) ¿Dónde se evidencia ese amor en la infinidad de anarquistas gritones que pueblan el mundo religioso hoy en día?
Es hora de que los 'bala perdida' dejen de lado los puntos más sutiles de sus desacuerdos y recurran a los principios básicos del evangelio de Cristo. Principios como el amor, la fe y la honestidad, como la humildad y la obediencia a las enseñanzas de Jesús. De aquí es de donde vendrá la verdadera unidad. Y requerirá que nos sometamos a las exhortaciones inquisitivas de cada uno, en un esfuerzo por llevarnos a todos a una relación más cercana con Cristo.
Si podemos trabajar de esta manera, cada uno de nosotros podrá encontrar su lugar a lo largo del muro que Dios está construyendo, y eventualmente podremos dejar de derribar lo que Dios está tratando de construir a través de otros aparte de nosotros.
Enseñanzas Radicales Para Discípulos de Jesús
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Las Balas Perdidas
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