No acumuléis tesoro en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban.
(Mateo 6:19)

"Acumular tesoro" significa poseer más de lo que puedas utilizar en un período de tiempo corto. Los hombres ricos incluyen más que los millonarios; incluyen a cualquier persona que guarda cosas que no esté utilizando. "¡Oigan esto, ustedes los ricos! ¡Lloren y griten por las desgracias que van a sufrir! Sus riquezas están podridas; sus ropas, comidas por la polilla. Su oro y su plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra ustedes y los destruirá como fuego. Han amontonado riquezas en estos últimos días." (Santiago 5:1-3) Si poseemos cualquier cosa que está recogiendo polvo, guardadas entre veneno para polillas, aherrumbrando por no ser usada, ocioso en el banco, o descomponiéndose en el refrigerador, es una maldición contra nosotros. En el día del juicio vamos a rendir cuentas a Dios de todo lo que tuvimos.

Sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre destruyen, y donde ladrones no penetran ni roban.
(Mateo 6:20)

Lo que usamos para ayudar a los pobres, y para compartir el evangelio con ellos es una inversión en el reino del cielo. "Vendan sus bienes y den a los pobres. Provéanse de bolsas que no se desgasten; acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya." (Lucas 12:33).  Jesús repitió estos mandamientos a menudo. Lee Lucas 18:22 y Lucas 11:41. "¡Cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser un cristiano!" (Lucas 14:33).  Los cristianos en países desarrollados se están sofocando espiritualmente bajo las montañas de posesiones materiales que han acumulado. ¡Abandónenlos! ¡Sean libres! ¡Salgan del materialismo! ¡Sino, dejen de tomar el nombre de Cristo en vano por llamarse cristianos mientras rehúsan practicar lo que enseña!

Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
(Mateo 6:21)

Hasta que Dios tenga nuestras posesiones, él nunca podrá tener nuestros corazones. Éste es el centro de las enseñanzas de Jesús... la esquina de la Piedra Angular. Tu corazón está donde esté tu tesoro... fuera en un banco, un nuevo hogar, o en niños hambrientos en la India. Si hablas de "invitar a Cristo a tu corazón" pero sigues guardando tu abundancia, sin duda él no está en tu corazón.

La lámpara del cuerpo es el ojo; por eso, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande no será la oscuridad!
(Mateo 6:22-23)

Si no podemos ser obedientes a las enseñanzas de Cristo sobre las posesiones, no se nos puede confiar con ningún asunto espiritual. Jesús dijo, "Pues si en las riquezas injustas no fuiste fiel, ¿quién te confiará lo verdadero?" (Lucas 16:11) Trabajar por Dios y el dinero a la misma vez es ser de doble ánimo. "Un hombre de doble ánimo es inestable en todos sus caminos." (Santiago 1:8). La iglesia está tropezando como un ciego en su confusión bizca. ¿Está tu ojo "sano" o "malo"? ¿Deseas la verdad, o apenas las partes del cristianismo que te convienen? El "amor al dinero es la raíz de todos los males" (1 Timoteo 6:10). Debemos romper esta fuente de todo el mal tal como lo hizo Juan Bautista (Lucas 3:9-11).

Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
(Mateo 6:24)

Cuando Jesús dijo que no se podía trabajar por Dios y el dinero a la misma vez, los religiosos "se burlaban de él, porque ellos eran amantes del dinero." (Lucas 16:14). Aquí hay algunas excusas que usan hoy en día:

Excusa Número 1: Puedes trabajar por el dinero sin adorarlo. Pero, ¿puedes trabajar por Satanás sin servirlo? "¿No sabes que cualquiera a quien obedeces lo estás sirviendo?" (Romanos 6:16) Si tu fe está en Dios, trabajarás para Dios. Si está en el dinero, trabajarás por el dinero. "Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras" (Santiago 2:18). NOTA: El problema no es el uso del dinero.  Quizás recibes dinero por algo que haces, sin que el dinero sea tu primer motivo. Pregúntate si lo seguirías haciendo aun si no recibieras pago, para ver cuál es tu primer motivo.  Si no seguirías haciendo el trabajo que haces sin recompensa material, entonces realmente estás trabajando por el dinero.

Excusa Número 2: Se puede amar al dinero mientras que no se ame más que a Dios.  ¿Se puede amar a Satanás un poco menos que a Dios? Debes odiar a un señor o al otro. Aunque usemos el dinero, debemos aprender a reconocer su apego fatal, y odiar lo que está haciendo espiritualmente a los seres humanos. Si intentamos poner al dinero como segunda prioridad cerca de Dios, ya es claro que el dinero verdaderamente es nuestra primera prioridad. Tenemos que estar haciendo todo lo posible para que el dinero no nos corrompa.

Excusa Número 3: Se puede dar testimonio en el lugar de trabajo. Es verdad que los "esclavos" deben servir a sus jefes como si trabajaran por Dios (1 Pedro 2:18; Efesios 6:5-8) "pero si tienes la oportunidad de conseguir tu libertad, aprovéchala... no te vuelvas esclavos de nadie." (1 Corintios 7:21-23).  El mejor testimonio que le puedes dar a las personas con quien trabajas es renunciarlo todo y mostrar que lo más importante en la vida es servirlo a Dios. (Mateo 4:18-22)

Excusa Número 4: ALGUIEN tiene que apoyar con dinero a los que predican. Lo único que debemos tener es Dios. Es Dios el que crea el alimento, no el hombre. El sistema roba los recursos de Dios y exige que sirvamos al sistema para ser alimentados. Pero los niños del Rey no deben nada al sistema malvado (Mateo 17:24-27). "La abundancia del pecador se acumula para los justos." (Proverbios 13:22) Dios está encargado de alimentarnos cuando trabajamos por Él.

Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa?
(Mateo 6:25)

Tomamos demasiada responsabilidad por nosotros mismos. Jesús dijo, "Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar" (Mateo 11:28). Nuestra responsabilidad es predicar estas buenas noticias. Es la responsabilidad de Dios alimentarnos. "No trabajes por la comida que perece." (Juan 6:27). Esto es un mandamiento. ¿A caso, atreves desobedecerlo y todavía llamarte un cristiano?

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?
(Mateo 6:26)

El rey Salomón dijo que es importante sembrar y cosechar si es que deseas comer (Proverbios 10:5; Proverbios 31:16). El apóstol Pablo dijo lo mismo. (2 Tesalonicenses 3:10). Pero las semillas que debemos sembrar como cristianos son las palabras de Dios (Lucas 8:11), y la cosecha es una de almas (Juan 4:35). Pablo trabajó día y noche predicando el evangelio (1 Tesalonicenses 2:9) y nos enseñó hacer lo mismo. Si Dios puede alimentar a los pájaros que no tienen trabajos o dinero, ¡seguro que nos puede alimentar a nosotros si hacemos Su voluntad!

¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?
(Mateo 6:27)

Actuamos como si el alimento no existiera sin el dinero. Pero el milagro de la vida sigue con o sin que nosotros nos preocupemos por ella.

Y por la ropa, ¿por qué os preocupáis? Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos.
(Mateo 6:28-29)

Se conoce a Salomón por su sabiduría, pero la sabiduría de Jesús es superior a la de Salomón (Mateo 12:42).  Vivir por fe suena absurdo, pero "lo insensato de Dios es más sabio que la sabiduría humana." (1 Corintios 1:25). Hasta que la iglesia vea al dinero como el dios falso que es, todo lo que el mundo verá en la iglesia es la ropa costosa que cubre los corazones arruinados. Mucho mejor es ser arropado con la belleza simple de Cristo.

Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?
(Mateo 6:30)

¿Puedes crear aun una célula viva? Sin embargo Dios hace miles de millones de ellas cada día. ¡Seguramente él puede proveer las necesidades de sus empleados! (Filipenses 4:19) Los ricos serán "humillados, porque pasarán como la flor del campo." (Santiago 1:9-12). Nosotros somos la creación, no el Creador. Cuando nos convertimos en niños pequeños, dependiendo totalmente en Dios por nuestras necesidades, "nacemos de nuevo" en un reino divino donde Dios controla la economía. Nacemos de nuevo por las enseñanzas de Cristo (1 Pedro 1:23-25), no por las experiencias emocionales o por recitar una oración (Juan 3:3).

Por tanto, no os preocupéis, diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿qué beberemos?" o "¿con qué nos vestiremos?"  Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que necesitáis todas estas cosas.
(Mateo 6:31-32)

El sistema hoy se llama un carrusel de ratas. En la Biblia fue llamado Babilonia (la cual significa literalmente "confusión"), y dice que debemos salir de ella (Apocalipsis 18:4). No basta decir que creemos en Dios -- incluso el diablo hace eso (Santiago 2:19). Acá Jesús pone una distinción entre los cristianos y los “gentiles” (incrédulos). Los cristianos no se preocupan por lo material, mientras que la gente del mundo sí. (Lucas 12:30) "El justo vivirá por la fe" (Romanos 1:17; Gálatas 3:11; Hebreos 10:38). "Un hombre avaro es un idólatra" (Ephesios 5:5). Dios ODIA la idolatría. Pero i-dólar-tría ahora controla las iglesias cristianas supuestas. No podemos apenas "reducir" la idolatría; ¡debemos abandonarla totalmente y vivir por fe!

Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
(Mateo 6:33)

Buscar el reino de Dios no significa buscar la abundancia material "en su nombre." Jesús nos manda a NO buscar las necesidades materiales (Lucas 12:29). Buscar el reino de Dios significa hacer la voluntad de Dios y trabajar a tiempo completo en compartir las buenas noticias con otros. Si hacemos eso, Dios promete proveer nuestras necesidades materiales básicas (alimento y ropa). ¡Y hemos visto que él guarda su palabra!

Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
(Mateo 6:34)

Lo único que Jesús nos mandó pedir es el pan necesario para hoy. (Lucas 11:3) Mañana no es nuestra preocupación. "¡Vamos ahora! los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia." (Santiago 4:13-14). La preocupación se refiere sobre todo al futuro. Pero cuando el futuro se convierte en el presente nunca es tan horrible como Satanás intentó hacerte creer. Olvídate de mañana, y empieza a estar ocupado con el trabajo que Dios te ha dado para hoy. "No digan: Todavía faltan cuatro meses para la cosecha. Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura." (Juan 4:35). "Vayan a todo el mundo, enseñándolos hacer lo que les he mandado." (Marcos 16:15; Mateo 28:20).

¿Qué estás esperando para vivir por fe?

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