"El trabajo de Dios hecho de la manera que Dios quiera, traerá la bendición de Dios."

Es fácil desviarnos de lo más importante y comprometernos a una causa menor que la voluntad perfecta de Dios para nuestras vidas.

Hay una raíz causa de todos los males del mundo, y esa raíz es la avaricia, el amor al dinero (1 Timoteo 6:10). Cualquier esfuerzo en cortar las ramas del árbol sin cavar y cortar la raíz no tendrá éxito en resolver el problema verdadero. Hay literalmente millones de personas que dedican sus vidas a luchar en contra de las "ramas" del árbol.  Están contentos en atacar el "fruto"; pero uno sería muy afortunado si pudiera encontrar siquiera una persona dentro de un millón que estuviera dispuesta atacar la "raíz" (el amor al dinero). ¿Por qué?

La razón es que todos hemos nacido dentro del árbol de la avaricia y no es fácil destruir nuestro propio árbol (especialmente mientras estemos viviendo en él). Sin embargo, mientras nos quedamos arriba del árbol, es posible declarar guerra en contra de algunas de las otras ramas. Esto es lo que pasa hoy en día en todo el mundo, aun con los que creen estar luchando contra el mal. Todos están luchando contra los demás en vez de tratar de erradicar la raíz de todos los problemas.

Hay movimientos en contra el aborto, la evolución, el abuso a los niños, la guerra, el racismo y muchos otros males, pero cada una de esas batallas son mayormente luchadas desde las ramas del mismo árbol.  De hecho, una de las ramas más grandes en el árbol es la rama llamada "santurronería" (el vicio de creerse más justo que los demás).

Desafortunadamente, aun la gente opuesta a la santurronería parece estar luchando desde algún otro lugar en el árbol. Hasta que bajemos del árbol y empecemos a cortar la raíz de todos los males, es poco probable que logremos algo eterno.

El alcoholismo, ateísmo, satanismo, la homosexualidad, y las sectas peligrosas existieron también durante la época de Jesús. ¿Pero cuánto dijo Jesús sobre estos males?

Aún cuando comparó al día de hoy con la época de Sodoma y Gomorra (de dónde viene el nombre "sodomita" para la homosexualidad) y la de Noé (uno de ellos supuestamente el ateísmo), él no menciona ni la homosexualidad ni el ateísmo. Lo que sí dice es que la gente en esa época estaba demasiada preocupada con vender y comprar, plantar y construir, casarse y tener familias, que no les interesaba hacer la voluntad de Dios -- y esa es exactamente la situación de hoy en día (Lucas 17:26-30)

La avaricia (la tuya y la mía) es la raíz de los problemas del mundo. Mientras tratemos de hacer un negocio de nuestra caridad y religión, y mientras limitemos nuestras campañas por la verdad al tiempo que nos quede después de que hayamos trabajado por el dinero, la maldad seguirá aumentando.

Dios está buscando un ejército de gente que esté preparada a confiar en él por TODAS sus necesidades materiales, y que esté preparada a renunciar a TODAS sus ideas propias para poder concentrarse en luchar en contra de la causa verdadera de todos los males del mundo.

¿Estás dispuesto a hacer el trabajo de Dios de la manera en que Dios quiera que lo hagas? Si no es así, no esperes la bendición de Dios.

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